Mi primer Reporte de Sostenibildad ¿Lo hago o no lo hago?

Autores:

Bárbara Pipan. Marketing, Comunicación, e Innovación en Ekosos

Nicolás A. Jerkovic. Gobierno, Riesgo, y Reporte en Ekosos

Francisco Lanteri Estrategia y Transformación en Ekosos

Muchas de las dudas que nos manifiestan las empresas es en relación al título de este posteo. Hay empresas interesadas en querer explorar la responsabilidad social en forma más profesional, pero también tienen dudas respecto cómo hacerlo. Incluso también, porqué no decirlo, tienen «miedos» basados en tratar un tema que consideran «sensible» a nivel estratégico. Y en esto, hablar de comunicar las acciones e iniciativas de responsabilidad social por medio de un reporte de sostenibilidad, lo ven como algo lejano. Esto sucede, en general, por desconocimiento de las utilidades y beneficios de esta herramienta de comunicación, y otras veces por creer que puede perjudicar negativamente a la reputación de la empresa.

Sin dudas, quien está pensando en trabajar y publicar su primer reporte de sostenibilidad, DEBE HACERLO. Los beneficios de hacerlo son únicos, no hay que desmotivarse por los aspectos técnicos, ya que el 99% de las empresas (no tenemos manera de demostrar este número… pero creenos!) el tecnisismo lo van adquiriendo a medida que van madurando este proceso, y a medida que también le van encontrando «el gustito». Te contamos algunas cosas que pueden ayudar a entender porqué decimos lo que decimos.

Primero… ¿qué es un reporte de sostenibilidad? En forma «coloquial», el reporte de sostenibilidad es como un «balance contable». Mientras que el balance contable resume los resultados de la empresa, en términos económicos y para de un período determinado (en general es anual), el reporte de sostenibilidad representa lo mismo, aunque además del aspecto económico, muestra el desempeño en términos sociales y ambientales. ¿Sencillo de entender?

¿Lo hago o no lo hago? Esta es la gran pregunta que nos hacen. Cuando se observan las prácticas de otras empresas, y también diferentes comunicaciones de instituciones o de profesionales especializados, pareciera ser que sólo es para grandes empresas, y que hay que aprender a manejar una Ferrari sin nunca haberse subido a un auto. Bueno… hay algo de cierto, y algo de mito. La realidad es que hay más de mito que de cierto. ¿Porqué? simplemente porque el 99% de las empresas (una forma de decir «la mayoría»… ,o tenemos sustento de este número) han ido mejorando su tecnicismo a medida que fueron madurando con la experiencia y encontrándole «el gustito». Qué significa esto? que si uno revisa el 1er Reporte de Sostenibilidad de cada una de las empresas que hoy está haciendo esta práctica, se encontrarán con un sin fin variantes y estilos, pero con un rasgo común: no suelen ser muy técnicos, incluso algunos solo representan una «memoria institucional» sobre las actividades filantrópicas de responsabilidad social, más que mostrar el desempeño social y ambiental utilizando indicadores y normas internacionales. Ahora bien… es cierto que muchas empresas han ido madurando desde su primer reporte, y han ido profesionalizando la práctica y cumpliendo cada vez mejor lineamientos de normas internacionales. Entonces, el mito de que solo es para empresas maduras en temas de gestión sostenible, o grandes, preferimos decir «no es así». Ojo… con todo esto no queremos decir que la empresa se proponga hacer «greenwashing»!

¿Porqué hacerlo? Como cualquier herramienta, si se la sabe usar bien trae muchos beneficios. Lo que es un desperdicio es tener el reporte y guardarlo en el cajón juntando polvo. Un reporte de sostenibilidad genera atracción en el buen sentido. A un potencial empleado le gustaría trabajar en una empresa que muestre esta práctica. Si la empresa trabaja con comunidades, mostrar todo lo que hace la empresa junto a sus comunidades ayudará a mejorar y potenciar los vínculos. Si la empresa es proveedora de una empresa multinacional, o quiere salir a ganar nuevos mercados a nivel internacional, es posible que tenga que responder cada vez más preguntas respecto a qué tipo de prácticas de gestión sostenible y responsabilidad social lleva adelante la empresa… y en esto responder con «en este reporte encontrará todo lo que hacemos» sin duda ayudará a dar una respuesta rápida, unificada, y profesional que le permitirá afianzar la relación con el cliente actual o potencial. También muchos medios de comunicación y de prensa buscan empresas que realicen esta práctica. Si tu empresa tiene inversores externos o cotiza sus acciones en la bolsa de valores y aún no tiene reporte, te sugerimos que empieces por el 1er Reporte de Sostenibilidad. En definitiva, el Reporte de Sostenibilidad es una excelente carta de presentación de la empresa ante cualquier grupo de interés, y muy profesional. También una fuente de ventaja competitiva.

¿Mi empresa está preparada? Todas las empresas están en condiciones de tener su propio reporte de sostenibilidad. Como dijimos antes, lo importante es empezar a contar la historia e ir mejorándola en el tiempo. Hacerlo depende de la decisión interna en la empresa. Muchas consultas que recibimos es en relación a «pero tengo que empezar a hacer muchas prácticas internas nuevas«… y esto no es tan así. Por temas de calidad, exigencias regulatorias, prácticas propias de la industria en que se encuentra la empresa, o prácticas propias de la misma empresa, ya hay temas instalados en relación a la gestión de impactos sociales y ambientales. Por ejemplo: cualquier empresa tiene una gestión de recursos humanos, haciendo encuestas internas respecto al ambiente laboral; muchas empresas deben cumplir con regulaciones y/o requerimientos ambientales; y también muchísimas empresas (más de las que uno cree) trabaja con comunidades y tiene diferentes tipos de acciones e iniciativas filantrópicas. En empresas que trabajan en la industria de alimentos, temas vinculados a salud y seguridad de los productos y los clientes… probablemente se estén trabajando. Prácticas anticorrupción, códigos de ética, certificaciones de sistema de gestión ambiental o de otro tipo, beneficios al personal y planes de capacitación… ¿qué temas de estos, y otros, se trabajan en tu empresa? Con todo esto, ya hay mucho para contar y empezar a contabilizar y así tener una visión más sistémica e integral de la organización. Un cliente nuestro, al presentarle el primer reporte de sostenibilidad terminado nos dice «sabía que hacíamos todo esto, pero verlo todo en un mismo documento y ordenado de esta forma… me quedé un poco sorprendido (para bien!)»

¿Y debo utilizar alguna norma para hacerlo? No queremos enredarte con temas técnicos. Te sugerimos que te propongas armar el primer reporte. Por supuesto, elegir algún marco normativo sobre el cual puedas delinear una «hoja de ruta» para tu 2do, 3ero y siguientes reportes, siempre te lo vamos a recomendar. Incluso te sorprenderías darte cuenta que tu empresa puede responder muchos de los requisitos que piden estas normas. Esta práctica es, por ahora, voluntaria. Esto quiere decir que no hay una ley jurisdiccional que diga que el reporte tiene que ser de una manera u otra, lo cual representa una oportunidad para tener más flexibilidad y menos «temores» de hacerlo, e ir ganando experiencia en el andar. Pero momento… ¿es voluntario o no en el mundo? bueno… en realidad… la tendencia es a que esto cada vez más sea obligatorio para las empresas. En la Unión Europea ya lo es. En Chile y Colombia, en el año 2021 las respectivas Comisiones Nacionales de Valores que regulan el mercado de capitales emitieron normas por el cual obligan a las empresas que cotizan en bolsa a emitir su propio Reporte de Sostenibilidad. En Argentina, hay diferentes leyes provinciales y una nacional, aunque son de cumplimiento voluntario, y en 2023 la Comisión Nacional de Valores publicó una guía orientativa como ante sala a futura regulación. Entonces… depende el país en el cual estés, esto sigue siendo una práctica voluntaria… pero la tendencia y los mercados están exigiendo y llevando a que esto cada vez más sea obligatorio.

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