Esta norma, publicada en el año 2010, se ha desarrollado utilizando un enfoque de múltiples partes interesadas, con la participación de expertos de más de 90 países y 40 organizaciones internacionales o regionales representativas, que están involucradas en diversos aspectos de responsabilidad social. Esos expertos procedían de seis grupos distintos de partes interesadas: consumidores, gobierno, industria, trabajadores, organizaciones no gubernamentales, servicios, apoyo, investigación, academia y otros. Adicionalmente se tomaron disposiciones específicas para lograr un equilibro en los grupos de redacción, entre países de desarrollo y desarrollados, así como un equilibrio de género.
Dada la envergadura del proyecto con que se desarrolló, y la extensión y consenso logrado para su elaboración entre diferentes partes interesadas, se la considera una norma referente y guía de gestión para la responsabilidad social organizacional (para cualquier tipo de organización sea con o sin fines de lucro). Su uso no es certificable, por lo que su utilización queda únicamente circunscripto a su uso voluntario y en modo de “guía orientadora”.
Esta Norma Internacional pretende ayudar a las organizaciones a contribuir al desarrollo sostenible. Tiene como propósito fomentar que las organizaciones vayan más allá del cumplimiento legal, reconociendo que el cumplimiento de la ley es una obligación fundamental para cualquier organización y una parte esencial de su responsabilidad social. Se pretende promover un entendimiento común en el campo de la responsabilidad social y complementar otros instrumentos e iniciativas relacionados con la responsabilidad social, sin reemplazarlos.
Si bien la norma ofrece un paso a paso para su implementación en las organizaciones, en la presente unidad presentaremos sólo dos capítulos de esta norma que consideramos los más elementales a efectos de este curso: Capítulo 5 “Reconocer la responsabilidad social e involucrarse con las partes interesadas”, y Capítulo 6: “Orientación sobre materias fundamentales de responsabilidad social”.
Reconocer la responsabilidad social e involucrarse con las partes interesadas
Bajo este capítulo, la norma explicita que para una gestión sostenible de cualquier organización, resulta clave la identificación e involucramiento con las partes interesadas.
Las partes interesadas son organizaciones o individuos que tienen uno o más intereses en cualquiera de las decisiones o actividades de una organización (por ejemplo: accionistas, inversores, proveedores, clientes, empleados, comunidades, entidades gubernamentales, medios de comunicación, etc.). El interés se refiere a algo que puede ser la base real o potencial de una reclamación: es decir, exigir algo que se le debe a uno o exigir el respeto de un derecho. A veces, puede referirse, simplemente, al derecho de ser escuchado. Comprender cómo los individuos o grupos se ven, o pueden verse afectados, por las decisiones y actividades de la organización, hará posible identificar los intereses que establecen una relación con la organización.
Orientación sobre materias fundamentales de responsabilidad social
La norma ISO 26000 define siete materias fundamentales que la organización debería abordar para definir el alcance de su responsabilidad social, identificar temas relevantes, y establecer prioridades: Gobernanza de la organización; Derechos Humanos; Prácticas laborales; Medioambiente; Prácticas justas de operación; Asuntos de consumidores; Participación activa y desarrollo de la comunidad. Una organización debería analizar las materias fundamentales de manera holística y su interdependencia, en lugar de concentrarse en una sola.
Aunque todas las materias fundamentales están interrelacionadas y son complementarias, la naturaleza de la gobernanza de la organización es un tanto diferente del resto de las materias fundamentales. Una gobernanza eficaz de la organización permite a una organización tomar acciones sobre el resto de las materias fundamentales e integrar y desarrollar una cultura de responsabilidad social.
Gobernanza de la organización y responsabilidad social.
La gobernanza de la organización es el factor más importante para hacer posible que una organización se responsabilice de los impactos de sus decisiones y actividades y para integrar la responsabilidad social en toda la organización y sus relaciones. La organización debería contar con un sistema de gobernanza que le permita supervisar y poner en práctica la responsabilidad social es su mayor expresión.
Para una gobernanza eficaz, la organización debería incorporar en sus mecanismos de gobierno corporativo políticas basadas en los siguientes principios: rendición de cuentas, transparencia, comportamiento ético, respeto a los intereses de las partes interesadas, respecto al principio de legalidad, respecto a la normativa internacional de comportamiento y respeto a los derechos humanos.
Derechos humanos
Los derechos humanos son los derechos básicos que le corresponden a cualquier ser humano por el hecho de serlo. Varias normas morales, legales e intelectuales se basan en la premisa de que los derechos humanos trascienden las leyes o las tradiciones culturales. Las organizaciones se beneficiarían de un orden social e internacional en el que los derechos y libertades se puedan realizar plenamente. Es ampliamente conocido que las organizaciones no estatales pueden influir en los derechos humanos de los individuos, y por ello tienen la responsabilidad de respetarlos.
Las organizaciones tienen la responsabilidad de respetar todos los derechos humanos, independientemente de si el Estado es incapaz o no está dispuesto a cumplir con su deber de protegerlos. Esta responsabilidad implica dar pasos positivos para asegurar que la organización evita la vulneración de los derechos, tanto a través de una aceptación pasiva, como de una participación activa. Para cumplir con la responsabilidad de respetar los derechos humanos, se requiere el ejercicio de la debida diligencia. Esta debida diligencia podría apuntar a la necesidad de tomar acciones más allá de lo que sería necesario en el transcurso norma de los negocios.
Prácticas laborales
Las prácticas laborales de una organización comprenden todas las políticas y prácticas relacionadas con el trabajo que se realiza dentro, por o en nombre de la organización, incluid el trabajo subcontratado. Estas prácticas se extienden más allá de la relación de una organización con sus empleados directos o de las responsabilidades que una organización tenga en lugar de trabajo de su propiedad o que esté bajo su control directo.
Las prácticas laborales incluyen reclutamiento y promoción de trabajadores, procedimientos disciplinarios y de resolución de reclamaciones, transferencia y traslado de trabajadores, finalización de la relación de trabajo, formación y desarrollo de habilidades, salud, seguridad e higiene industrial, y cualquier política o práctica que afecte a las condiciones de trabajo.
Medioambiente
Las decisiones y actividades de las organizaciones invariablemente generan un impacto en el medio ambiente, con independencia de dónde se ubiquen. Para reducir sus impactos ambientales, las organizaciones deberían adoptar un enfoque integrado que considere las implicaciones directas e indirectas de carácter económico, social, de salud y ambiental de sus decisiones y actividades.
Prácticas justas de operación
Las prácticas justas de operación se refieren a la conducta ética de una organización en sus transacciones con otras organizaciones. Incluyen las relaciones entre organizaciones y agencias gubernamentales, así como, entre organizaciones y sus socios, proveedores, contratistas, clientes, competidores, y las asociadas de las cuales son miembros.
Los asuntos relacionados con las prácticas justas de operación se presentan en los ámbitos de anticorrupción, participación responsable en la esfera pública, competencia justa, comportamiento socialmente responsable, relaciones con otras organizaciones y en el respeto a los derechos de la propiedad.
En el área de responsabilidad social, las prácticas justas de operación se refieren a la manera en que una organización utiliza su relación con otras organizaciones para promover resultados positivos.
Asunto de consumidores
Las organizaciones que proporcionan productos y servicios a consumidores, así como a otros clientes, tienen responsabilidades hacia ellos.
Las responsabilidades incluyen proporcionar educación e información precisa, utilizando información justa, transparente y útil de marketing y de procesos de contratación, promoviendo el consumo sostenible y el diseño de productos y servicios que proporcionen acceso a todos y satisfagan las necesidades de los más vulnerables y desfavorecidos, cuando sea necesario. Las responsabilidades también incluyen minimizar los riesgos por el uso de productos y servicios, mediante el diseño, fabricación, distribución, entrega de información, servicios de apoyo y procedimientos de retirada de productos y recuperación de productos del mercado. Muchas organizaciones obtienen o maneja información personal y tienen la responsabilidad de mantener la seguridad de dicha información y la privacidad de los consumidores.
Participación activa y desarrollo de la comunidad
La participación activa, ya sea de manera individual, o a través de asociaciones que busquen aumentar el bien público, ayuda a fortalecer la sociedad civil. Las organizaciones que se involucran de manera respetuosa con la comunidad y sus instituciones reflejan valores democráticos y cívicos, y los fortalecen.
La participación activa de la comunidad va más allá de identificar a las partes interesadas e involucrarse con ellas, en relación a los impactos de las actividades de una organización; también abarca el apoyo y la creación de una relación con la comunidad. Sobre todo, implica el reconocimiento de valor de la comunidad.
Los asuntos clave del desarrollo de la comunidad a las que una organización puede contribuir, incluyen la creación de empleo mediante la expansión y diversificación de las actividades económicas y el desarrollo tecnológico. También puede contribuir a través de las inversiones sociales en la generación de riqueza e ingresos mediante iniciativas de desarrollo económico local.